Fuiste una persona comprometida con el Club, del que te sentías orgulloso, si había que arrimar el hombro ahí estabas, jamás pusiste palos en la rueda, ni una mala palabra, ni un mal gesto, todo lo contrario, siempre salió de tu boca una palabra de ánimo, llevaste tu enfermedad sin hacer ruido, valiente, disfrutando del momento y te fuste de la misma manera, por mi parte y la del resto de la Junta Directiva, seguiremos pescando contigo, a tu lado, llevándote siempre en nuestros corazones. Vayan para ti estas palabras, entresacadas de un gran libro, que sé que te gustaba. “El perfecto pescador de caña “ De esta dorada Salamanca en que he vivido y donde corre el Tormes a traerme no pocas nuevas y obsequios del espíritu y entre ellos al perfecto pescador de caña. Dejadme vivir libre, sin hacer daño, junto a los claros ríos, que pueda ver hundirse mi veleta en el agua y cuan ávidos pican la trucha y los barbos. Dejadles que comprendan que en estos pasatiempos hallaran el descanso a su inqu